
"Imperio Angerlym MDT Eisen"
Pagina de Rol (en construccion)
Nombre: Joanna Eisen Tudor
Nombre real: Joanna Beryl de Gran Bretaña (Joanna Beryl Linen)
Nacimiento: 12 de Marzo de 1764
Abrazo: 14 de Agosto de 1793
Sexo: Femenino
Nacionalidad: Británica
Dinastía: Casa de Hannover
Padre: Jorge III, Rey de Gran-Bretaña, Irlanda y de Hannover
Madre: Duquesa Carlota de Mecklemburgo-Strelitz
Abuelo: Federico Luis, príncipe de Gales
Abuela: Augusta de Sajonia-Gotha hija del duque Federico II de Sajonia-Gotha

Hermanos de sangre: 14 hermanos conocidos (Jorge IV, Federico de York, Guillermo Enrique, Eduardo Augusto, Augusta Sofía, Isabel, Ernesto Augusto, Augusto Federico, Adolfo Federico, María, Sofía, Octavio, Alfredo y Amelia
Edad Real: 249 años
Edad Aparente: 29 Años
Raza: Vampiro
Linaje: Ventrue
Sire: Katherine Akatzely Tudor Von England
Generación: Sexta
Nivel jerárquico: Tercera Princesa Real de Gran Bretaña y duquesa de Wurtemberg
Estatura: 1.67 mts.
Peso: 56 kg.
Exclusividad: Cualquiera puede beber de un vagabundo, pero sólo algunos son dignos de convertirse en la presa de un Ventrue... La primera vez que la princesa satisficiera su sed de sangre fue la de un vizconde en la región italiana de Florencia poco después de su abrazo, de ahí en adelante solo sería saciada su sed del fluido vital por jóvenes pertenecientes a la nobleza entre los 27 y 30 años de edad.
Conducta: Anticuada en ocasiones, tradicionalista, sofisticada y distinguida. Muy madura para su edad cuando era mortal. Cree en el buen gusto por encima de todo lo demás. Toma las cosas con seriedad y responsabilidad, pose una inteligencia bastante elevada que ha ido cultivando con experiencia y conocimiento durante el paso de los años, sabe interponer los sentimientos ante la razón cuando es debido, fría a la hora de tomar decisiones pero comprensiva, sabe escuchar a las personas a pesar de su sangre aristócrata, temperamento fuerte cuando la ocasión lo amerita. Valora la sofisticación y la gentileza, el dinero, la posición y la influencia en el mundo, pero sabe deben obtenerse con elegancia y estilo.
Características Físicas:
Proveniente de la raza alpina, tipo físico predominante en Europa. Una de sus características principales y por así decirlo más admiradas es su cabellera color rojo obscuro, estatura media y complexión delgada, sus ojos son de color azul claro dignos de la familia real Británica, muy pocos en el reino tuvieron la oportunidad de observarlos y fue motivo por el cual, aunque nunca fue confirmado, su hermano mayor el príncipe Federico, duque de York, ordenara golpear a un archiduque de la región por miembros de la guardia real Británica. Su piel es blanca rosada, nariz regular un poco respingada con lóbulos angostos. Sus manos son pequeñas pero suaves como toda su piel, con el paso acelerado del tiempo y durante una época un poco sombría la cual opta sobrellevarla en la ciudad de Londres donde adquiere varias propiedades, decide hacerse una serie de tatuajes en el cuello y pecho, brazos y pierna izquierda, así como perforaciones expansivas las cuales considera van de acuerdo con la época, aunque siempre utiliza vestidos formales de épocas anteriores, sabe y gusta vestir a los gritos de las ultimas modas y con la habilidad de cambiar su tono de cabello, piel y ojos esto no le resulta un impedimento para mezclarse con los mortales cunado ella así lo desea.
Características Mentales:
Desde muy joven demostró dotes de ser muy creativa y observadora, tenía una gran imaginación. Analizaba las situaciones y sus diferentes variables, razonaba todo tipo de condiciones y poseía una capacidad de asimilación de información impresionante la cual la llevo a tener grandes aptitudes para el conocimiento de las ciencias. Siempre fue ordenada, organizaba de manera impecable sus actividades y catalogaba todo lo que se encontraba a su paso. Alrededor de los 12 años, en 1776 comienza a fijarse sus propias metas y a Lograr todo lo que se proponía sin importarle lo que dijeran o pensaran los demás. Ya que desde pequeña tuvo pocas limitaciones, siempre iba hacia adelante, tomaba la vida muy en serio y continuamente interfería en los asuntos familiares fuera o no convocada. En ella predominaba el tipo de pensamiento lógico y unificador, a menudo distinguía los razonamientos más efectivos para resolver problemas de cualquier índole motivo por el cual sus padres siempre se sintieron sumamente orgullosos de ella. Consideraba la unión familiar como cabeza del imperio y la sociedad moderna de esa época. Después del fallecimiento de su segunda hija Sus emociones eran depresivas, motivo por el cual comenzó a buscar el aislamiento y la soledad hasta cierta época de su vida. Por un tiempo se sospecho había sufrido de la misma enfermedad que sufrió su padre en 1788.
Características sociales:
A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX después de sus innumerables viajes al sureste Europeo, la Princesa había acumulado considerables riquezas gracias al comercio y de igual manera comenzó a ejercer un poder considerable a través del Parlamento. La nueva organización del sistema agrícola dio más beneficios a las clases altas, produjo más comida para una sociedad en aumento y creó un nuevo proletariado que trabajaría para la Revolución Industrial. Pero mientras la Revolución Francesa fue apoyada por las clases medias, las ideas revolucionarias no tuvieron la misma acogida en Inglaterra.
Siempre estuvo rodeada de las más grandes esferas sociales aunque se preocupaba por las clases medias y bajas, sabía que estas eran la base de la grandeza del imperio. Acudía a todas las celebraciones por parte de la corona británica y la casa de Hannover. Conocía a un gran número y variedad de gente. Contó con numerosos amigos entre los intelectuales, y asistía asiduamente a las veladas celebradas en los salones de las familias más prestigiadas en las que se daban cita artistas y pensadores; sin embargo, su presencia en tales reuniones fue haciéndose cada vez más esporádica a medida que su dolor crecía después de 1792. Después de ese año se concentra en los engranajes de un nivel inferior de la sociedad y no es hasta 1796 donde comienza a hacer su reaparición en sociedad nuevamente dando pruebas de su sofisticada personalidad.
Territorio:
Pasó sus años de infancia en Londres siempre en los palacios de Kew y Buckingham, y el castillo de Windsor. En compañía de sus 3 hermanos mayores. En 1776 a la edad de 12 años realiza su primer viaje a Dublín pasando por Oxford, Worcester, Hereford, y el puerto de Aberystwyth donde finalmente cruza hacia Irlanda, lugar donde nace su amor por la política cuando un día por error se encontró con unos manuscritos de su padre haciendo referencia al Acta de Unión, la cual fusionó el Reino de Irlanda con el Reino de Gran Bretaña. Más tarde a la edad de 16 años visita York por primera vez junto a su madre y su hermano Federico. Consecuentemente en 1784 viaja ella sola con un grupo de sirvientes y escoltas por el continente Europeo a los reinos de los Países bajos, los Estados Germánicos, el imperio Austro-Húngaro, parte del imperio otomano, Italia y Francia. En 1792 regresa a Italia tras la pérdida de su segunda hija y se instala por 5 años ahí. Después de su abrazo regresa a la gran Bretaña por unos meses. Posteriormente reside en el palacio de Ludwigsburg, en Stuttgart con su esposo y su hija. Años más tarde realiza un viaje al Japón del cual pocos miembros del imperio se dan cuenta y pasa bastante tiempo por aquel lado del mundo. Es en ese momento donde se da cuenta que no tiene más limitaciones y comienza una vida de viajes por todo el mundo con lujo y extravagancia hasta fechas recientes. Actualmente reside en Florencia Italia, aunque por cuestiones de negocios realiza constantemente viajes a Londres, Inglaterra donde posee innumerables mansiones y la ciudad de Nueva York donde de igual manera es dueña de varios complejos habitacionales de lujo y varias torres corporativas.
Historia de Vida:
Joanna Beryl Linen de Gran Bretaña. Nacida después de la consolidación del Reino Unido en el siglo XVII, Lugar donde se situaría el gran imperio de la corona británica con su nacimiento mediante el establecimiento de las 13 colonias de Norteamérica y la colonización sistemática del Ulster en Irlanda. El primer Imperio Británico comienza a tomar forma en lo mercantil. Tanto durante los Stuarts como con Cromwell, los esquemas mercantilistas de la colonización adicional y la construcción del Imperio llegaron a ser cada vez más evidentes. A partir del 25 de octubre de 1760 Jorge Guillermo Federico, su padre, nacido en la casa Norfolk, asume el cargo de soberano absoluto del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, Simultáneamente ostentó los títulos de duque de Brunswick-Lüneburg, Elector de Hannover, duque de Bremen y príncipe de Verden, quien 15 años después de su coronación tendría la difícil tarea de enfrentar los varios cargos políticos contra el rey que desataría el conflicto armado en América en 1775 después de que el 4 de julio de 1776 las colonias declararan su independencia de la Corona.
4 años después de que Jorge III asumiera el título, nos situamos en el palacio de Buckingham, Londres, en el siglo XVIII periodo de la Ilustración, el 12 de Marzo de 1764, siendo la cuarta de los 15 hijos del rey Jorge III del Reino Unido, y de la duquesa Carlota de Mecklemburgo-Strelitz, Joanna Beryl de Gran Bretaña ve la luz por primera vez. Al mes de nacida, en Abril de 1764, es nombrada princesa real por su padre, siendo formalmente designada con el título el 22 de junio de 1780. Como sus demás hermanos, Joanna fue educada por tutores y pasó sus años de infancia entre los palacios de Kew y Buckingham, y el castillo de Windsor. Mantuvo una gran empatía con sus 2 hermanos mayores Jorge IV heredero de su padre en el trono en 1820 y Federico de York quien por decisión del rey establece que su segundo hijo seguiría la carrera militar, otorgándole el rango de coronel en 1780, con este segundo siempre se mantuvo muy apegada y aprendió aunque sin el consentimiento de sus padres habilidades para la batalla que nunca tuvo oportunidad de poner en práctica en esos tiempos, 2 años más tarde en 1782 Federico es designado coronel de la 2ª Guardia de Granaderos a Caballo motivo por el cual se muda a Hannover y no se vuelven a ver durante un periodo de aproximadamente de 3 años. Siempre fue una excelente estudiante, aprendiendo rápidamente a hablar no sólo inglés, sino también francés, alemán e italiano. Se vio envuelta desde muy temprana edad, aunque no tuviera que hacerlo, en estudios sobre astronomía, matemáticas, física y la química, liberada completamente de la fase alquimista. Al cumplir los 18 años en 1782, obtuvo una asignación de £50.000 del Parlamento y otra anual de £20.000 de su padre, suma suficiente para cumplir en toda forma sus extravagancias y caprichos.
En 1784 después de mostrar grandes aptitudes para los estudios de la ciencia y deseos de conocer el mundo que la rodeaba, así como los misterios de las diferentes culturas, su padre accede a su petición de recorrer parte del continente y es así como inicia un viaje por el sur oeste de Europa de más de 5,000 km. Que dura 4 años y medio a pesar de estar en guerra con Francia y con España. Su viaje comprende los reinos de los Países bajos, los Estados Germánicos, el imperio Austro-Húngaro, parte del imperio otomano, Italia y Francia. Es durante su paso por Alemania donde conoce al que sería su esposo por un corto tiempo. Al finalizar su viaje y con el consentimiento de ambas casas contrae nupcias en la Capilla Real del palacio de St. James, Londres, el 18 de mayo de 1789, con Federico Guillermo Carlos, príncipe heredero de Wurtemberg. El 22 de diciembre de ese mismo año, Federico sucede a su padre como duque Federico III de Wurtemberg. Al año siguiente, el 27 de abril de 1790, la Princesa Joanna da a luz a su primera primogénita y dos años después el 15 de junio de 1792 a su segunda hija la cual muere durante el parto y aun así decide darle el nombre de Paulina. Posteriormente la dificultad del parto la deja incapacitada para volver a concebir. Después al estallar la Revolución francesa, en la cual la monarquía de Francia había sido derrocada, acto que preocupó a muchos terratenientes británicos. Francia declara posteriormente la guerra a Gran Bretaña en 1793, y Jorge III pronto representó la resistencia británica. Un año antes, tras el sufrimiento de la pérdida de su hija y los movimientos bélicos por parte de los franceses, la princesa decide emprender un viaje nuevamente por razones que al momento ella no podía explicar, a Italia, sola. Nadie supo nunca el motivo pero al volver de dicho viaje. 4 años después, en Gran Bretaña en Febrero de 1796, su familia se da cuenta que los sucesos acaecidos en Florencia le han cambiado por completo la forma de ser y pensar pero ella nunca habla con ellos sobre lo sucedido y a pesar de sentirse renovada guarda un silencio sepulcral sobre lo sucedido.
Inicio de una No Vida:
“Antes era un momento dulce, el recuento de episodios y esperanzas pero desde que fingimos sentirnos bien, parece como si esta hora fuese más pesada”… Son los finales de 1792, meses después del fallecimiento de su hija, la princesa Joanna decide visitar a una familia que conociera años atrás en su paso por Milán, Italia. Al principio era optimista, no había perdido por completo la esperanza, posteriormente con frecuencia recordaba con claridad el mal dormir de la noche, ese vértigo curioso, transparente, si se nos permite inventar esta expresión. Al despertar, al levantarse, mirando hacia adelante, cualquier objeto, por ejemplo el ropero. Lo veía rotando a velocidad variable y desviándose en forma inconstante hacia un costado. En ocasiones no quería salir de su habitación pero sabía que tenía que hacerlo, al observar esto la inquietud de la familia creció y ella decide que es imposible seguir en esa casa. Después de unos cuantos meses. Debido a la presión por parte de la familia con la que vivía, ella cae más en depresión por haber perdido a su segunda hija y prácticamente abandonado a la primera. En febrero de 1793 emprende un viaje más hacia el sur rumbo a Bolonia harta de la formalidad e hipocresía de la vida aristócrata, decide hacerse pasar por una mujer común. Despide a la mayor parte del sequito que le acompañaba dejando únicamente a los miembros de mayor confianza y utilidad. Su dama de compañía envía una carta a Inglaterra informando a la Reina Carlota de lo sucedido debido a que sospechaba que le había sucedido un incidente con la enfermedad que acosara a su padre en 1788. Más tarde, ya instalada en Bolonia en la villa de Aldini. Los primeros días le parecen penosos porque había dejado en la ciudad que abandonara muchas cosas que quería. Sus libros de literatura francesa, por ejemplo, estaban todos en la biblioteca de la familia Pelagi. Una vez en la casa donde se ubicó en la ciudad, pasaba la mayor parte de los días con la luz apagada y contemplando las ventanas de las habitaciones. Muy a menudo abría los cajones de alguna cómoda y los miraba con tristeza, quería llorar. Y el llanto esperaba ahí, disponible pero inútil. A partir de esos días solo interrumpía su rutina para dar paseos por el jardín trasero de la casa el cual era bastante grande, a veces no comía, por las noches dormía muy poco. Las sentidas razones de queja de la princesa contra el inmisericorde paso del tiempo crecían cada vez más, se sentía perdida.
Al pasar unos cuantos meses, en agosto de ese mismo año, transcurría un día normal en su vida. Alina, su dama de compañía ocupada en los quehaceres de adentro, sabía bien lo que pasaba en la planta alta y baja dentro de la casa. Todo estaba callado como de costumbre cuando de repente un sonido impío escapo de la habitacion de la princesa. Uno de esos insidiosos ultrajes de la naturaleza que no tienen razón de ser. Calificarlo de lamento opaco, de gemido de un condenado, o de aullido desesperanzado en que se aunaban la angustia y el dolor de una carne sin mente, no habría bastado para describir su calidad esencial de espelusnate ni para explicar el espanto que despertaba en el espíritu. Cuando Alina entra a la ahibitacion y observa a la princesa con más atención le pareció que había en su rostro la vaga pero inconfundible expresión de quien sufre alguna enfermeda. La dama se arrodilló junto a ella y trato de levantarla, preguntandole que habia sucedido. La piel tenía una horrible frialdad. En ese momento se percata que tenia algunas heridas en los brazos. Apenas había comenzado a intentarlo cuando deja escapar nuevamente un lamento subiendo de tono, y sólo sobreponiéndose a sus temblores logró Alina perseverar en su intento. Logrando ponerse ambas de pie, la princesa comienza a hablar de una manera aterradora la cual no habia escuchado nunca Alina. Aquellas palabras zumbaron en su mente mientras intentaba desender por las escaleras con la princesa. -¡Basta! ¡No siga, señora, se lo suplico! Gritaba Alina. Finalmente llegan a la planta baja y ambas se desploman en el piso, la princesa inconsiente deja de producir esos horribles gemidos mientras su dama de compañía sale despavorida de la casa gritando por ayuda.
En junio de 1793, despues del incidente en la villa de Aldini, la joven dama Alina, aterrada por lo sucedido intenta persuadir a la princesa de regresar a Stuttgart o a Gran Bretaña. La princesa no recuerda nada de lo que aconteció pero ella se niega rotundamente y decide dirigirse más al sur y recorrer los 80 km. rumbo a Florencia. No había pensado en ello pero más tarde reconoce que había algo en la casa de villa Aldini que le causaba repulsión. Después de ese día espantoso el cual sería borrado de su mente por algún tiempo no, habla nada al respecto con nadie, incluyendo a su dama de compañía la cual se había vuelto muy cercana a ella. En los meses siguientes a su llegada a Florencia, la mente de la joven princesa parecía tan lúcida mientras sus sirvientes más próximos se devanaban inútilmente los sesos tratando de encontrar una explicación a aquellos desconcertantes acontecimientos.
Era el 6 de agosto de 1793. Ya instalados en Florencia, Italia. Cuando empezaron sus famosos paseos, primero con su dama de compañía, en un inicio impacientemente arrastrada, y luego sola, hundida en soñadora meditación. Cada vez se aventuraba un poco más allá por aquella colina casi perpendicular y cada vez alcanzaba niveles más antiguos y fantásticos de la vieja ciudad. Un día mientras la princesa daba un paseo cerca del palacio Vecchio con Alina, su dama de compañía, esta le habla sobre unas extrañas voces que había escuchado, y que recordaba haberlas escuchado antes pero lo que la princesa no puede evocar, es que fueron las mismas voces que escuchara ese día de junio del mismo año en la casa de villa Aldini. La joven Alina se desconcertó por lo que la princesa decía y por el motivo de que ella no mostraba asombro alguno al decirle esas palabras. Lo que la princesa desconocía es que desde hace tiempo ya, una voz había entrado en su mente persuadiéndola de dirigirse a esa ciudad, y que ella ignoraba por completo. Una noche alrededor de las 23:20, mientras soñaba que se encontraba en uno de sus regulares paseos fuera del palacio Vecchio de repente una figura aparece ante ella y es ahí donde la ve por primera vez. Una dama radiante, de una belleza sin igual con ojos ardientes como el fuego y labios, rojos como la sangre. Estaba en la cima de la colina por donde solía pasear casi todos los días, se veía imponente, como algo que solo podía suceder en un sueño. Al principio, noto que sus labios se movían, que estaba hablando, pero esas palabras, que no entendía en absoluto, penetraron dentro de ella. Algo raro ocurría en su mente. Por un par de semanas su visión de ella fue recurrente y cada noche se acercaba un poco más y lograba mantener una conversación con la dama aunque solo durara unos minutos. En ocasiones, se despertaba y podía jurar que la experiencia había sido real. Hasta que un día por la noche, después de acostarse a dormir, se levanta desconcertada de la cama donde dormía, sale por la puerta y se dirige a aquella colina donde se encontrara en sus sueños con aquella mujer de radiante belleza. Al ver a tan hermosa doncella se da cuenta que la belleza más noble no es aquella que le deslumbrara instantáneamente como en otras ocasiones, la que le seducía por asaltos tempestuosos y embriagadores, sino esa nueva imagen que se insinuaba lentamente, la que ella llevaba dentro de sí en el pensamiento, y que ese día, después de sus sueños se volviera realidad, y que por fin, después de haberse modestamente circunscrito en su corazón, tomara posesión completa de su ser, lleno sus ojos de lágrimas y de deseo. Fue así como la princesa se sintiera después de conocer a lady Akatzely. Al principio mientras estaba ante ella sentía miedo, pero curiosidad. Con el pasar de los segundos la invadían las preguntas, pero no encontraba respuestas, era todo tan raro, mágico, misterioso. Esa noche era fría, más que cualquier otra, pero fascinada por la compañía de la dama, la princesa ignora todas las irregularidades que sucedían y decide acompañarle en la mitad de la noche sin importarle nada más y con una felicidad que había olvidado ya unos cuantos años atrás.
El abrazo:
No había ningún sonido, un cielo de ceda cobijaba la casa de la princesa. Ninguna persona, los pasos de los sirvientes en los pisos inferiores, el viento había dejado de soplar, ni siquiera los insectos que con su melodía acompañan a la noche. Lo único que alcanzaba a percibir era el sonido de su respiración. Cuando logro despertar en la fría habitación sabía que algo le había hecho perder el sueño. No era un sonido audible, sino una voz dentro de su cabeza que le decía - "Mi querida mujercita, no temas de quien te llama." De inmediato se levantó de la cama con absoluta rapidez y vio que no había nadie. El frío calaba sus huesos, una vez de pie en el suelo, pudo distinguir nuevamente esa voz un poco más clara: -"No temas de mí, porque no te voy a hacer nada malo". Al escuchar esto, la princesa coge rápidamente su bata y abrigo, se dirige a la puerta para salir rápido e ir a aquella colina donde se encontrara en sus sueños con aquella dama la cual le había obsesionado a tal grado de no saber si soñaba o era real lo que le sucedía. Su voz resonaba dentro de su mente y sus susurros y su respiración se escuchaban al unísono a cada paso que daba hacia el lugar donde a menudo se encontraba con aquella distinguida dama. Aquel eco en su cabeza comenzó a volverse cada vez más fuerte, podía escucharle perfectamente. Al llegar a ese lugar donde el encuentro entre ambas sucediera, caminó sin tener rumbo fijo hasta que por fin la vio. Ella le sonrió levemente a lo lejos e inmóvil alzo una mano como acariciando su cuerpo en la distancia. - "Acércate Princesa, pues no voy a hacerte daño alguno y si vienes calmaras tus miedos al ver que nada de lo que haga será para perjudicarte." La dama sonreía sin igual... (Dios mío) Pensó la princesa y posteriormente exclamo... -¡que tiene su sonrisa que no pudo dejar de verla!-, aquellos labios rojos en aquel semblante inmortal envolvieron por completo todos sus sentidos. Cuando la bella dama se acerca a la princesa, su corazón comienza a latir tan aprisa que su pecho parecía moverse con ritmo propio. Lady Akatzely cogió su mano y le dijo con la voz más dulce y atractiva que había oído en su vida: -“No tengas miedo querida, la oscuridad acabará con tú dios, y en ese momento nosotros seremos la oscuridad”. La dama le sonríe nuevamente y lady Joanna se preguntaba atormentada quien era esa persona que alteraba de ese modo sus instintos. ¿Sería su imaginación? ¿Sería real? o ¿Alguien a quien temer? - "No me temas joven princesa, pues si pretendiera hacerte daño, ya te lo habría causado., y ya ves... que no es así." Su voz era temblorosa y sus párpados tratando de mantenerse abiertos permitían que le viese la cara al momento que lady Joanna le dice -"Mi señora.. ayúdame.... porque el miedo me impide moverme y temo por mí, porque mis ojos ven lo que existe pero mi corazón tiembla descontrolado y no alcanzo a comprender por qué". En cualquier otra situación, lady Joanna, hubiera gritado o salido corriendo, pero no, esta vez fue ella quien recorrió con la mirada a la bella dama, posteriormente lady Akatzely musita -“Cuando decían, todo tiene solución menos la muerte, se equivocaban. No es cierto...mírame a mí... yo estoy muerta, y sin embargo camino, siento, contemplo las cosas, admiro las maravillas... acumulo odio... amor, deseo...pasión... y sobre todo, pienso. Pienso en porqué me cuesta tanto venir a verte.” Al momento de decir esas palabras, la princesa siente un fuerte y delgado brazo que le toma por la cintura, mientras angustiada y asustada, lady Joanna clava su mirada en los ojos de ella. La princesa sonríe, cerrando los ojos al sentir su contacto, sus pulcras y cuidadas uñas rozan el dorso de su mano, y luego, alza su barbilla y abre los ojos nuevamente levantando la mirada, haciendo que por fin sus ojos se miren fijamente, pero ya no sonríe. En ese momento observa sus colmillos, blancos, los más grandes que había visto en su vida. -“Sé bien lo que buscas querida mía” le dice lady Akatzely. La princesa imposibilitada para hablar finalmente balbucea: -“¿Quién es usted, que es lo que quiere de mí?” -“Por el momento debes saber que yo soy amante de la obscuridad, soy una criatura de la noche. Y tú también lo serás. Es lo que te ofrezco.” Yo asentí con la cabeza, estaba cansada de la vida que llevaba en ese momento, de todo el sufrimiento sin razón, lady Joanna intento decir algo, pero la hermosa dama se le adelanto diciendo: -“Schhhhh, ahora entenderás qué soy, y por qué lo soy. Escúchame bien princesa, puede que esta sea la lección más importante que te enseñe. Debes aferrarte a la vida, debes pensar que quieres vivir. Voy a sacarte tu sangre, para mezclarla después con la mía. Estaremos unidas en cuerpo y alma... para siempre.” Sus colmillos se dirigieron a su cuello, la joven princesa quedo inmóvil, no podía moverse, pero tampoco era algo que deseará hacer, porque en el fondo quería que sus colmillos penetraran en su cuello, era algo que había deseado aunque no lo supiera conscientemente. El placer llenó su cuerpo, era algo mejor que la realidad, era un sueño, era dulce, era amargo, era suave, y muy, muy áspero. Al pasar los segundos que parecían eternos, la princesa comenzó a sentir los últimos suspiros, y escucho como su corazón, poco a poco, dejaba de latir, apagándose en su vivir, y antes de que esto sucediera, lady Akatzely se detiene, ella acaricia su cabello con suma dulzura. Esa sensación quedaría inscrita en su recuerdo para la eternidad... cuando levantó su cabeza y vio su rostro cubierto de sangre, sintió como si su alma se desprendiera de su cuerpo. Entonces lady Akatzely acercó su antebrazo a su boca y con un mordisco hizo brotar su sangre para que la princesa bebiera. Instintivamente ella acerco el brazo de la bella dama a su boca y comenzó a absorber la inmortalidad poco a poco. Las sensaciones que había sufrido anteriormente no eran nada comparadas con las que el fluir de la poderosa sangre de aquel ser inmortal provocaba ahora. -“Es suficiente” replico lady Akatzely, posteriormente Separo la cabeza de lady Joanna de su brazo, en ese momento, la princesa perdió instantáneamente el conocimiento y se desplomo por completo en el suelo tardando un par de horas en recuperarse.
Más tarde, cuando sus ojos se abrieron, lentamente la princesa recobraba el conocimiento, sentía una sensación de vacío en su cuerpo, pero no era hambre, tenía sed, pero no quería agua. Miro a su alrededor... confusa y aturdida. No sabía que había pasado.. todo era confuso, borroso, pensaba el por qué... que hacia allí. Sentía una sensación dentro de anhelo extremo, de angustia, como un dolor punzante. Se tocó la cara y giro en todas direcciones. No pudo vislumbrar a nadie, ni un alma por la colina cerca de los jardines del palacio. Después de unos minutos, cuando recobro completamente su conciencia, comenzó a sentir pasos a lo lejos, por detrás de ella. Se giró casi violentamente y en la distancia alcanzo a divisar a un joven, el cual por sus elegantes ropas parecía parte de la nobleza, cuando se acercó un poco más a ella, la miro extrañado por su reacción y le dijo: -“Señorita.. ¿Se encuentra usted bien?"... Su voz aguda llena de juventud perforó sus oídos e hizo que se encendiera su sangre. La princesa se sintió atraída por el de un modo brutal. Le observaba ella con la cara ruborizada, dejo de sentir frio y con un leve movimiento, desabotono su abrigo, no podía dejar de evitar que su cuerpo se guiase hasta él. –(Dios mío...) pensó –(no puedo dejar de sentirme atraída), nunca antes había experimentado tal fascinación por un hombre y no pudo frenar sus pasos, avanzó hacia él, mirándole, se abandonó a su deseo y se dejó guiar por sus instintos, El muchacho miró a la princesa y repitió la misma frase de nuevo viendo sus ojos... ella se acercó hacia el joven e instintivamente le abrazo hundiendo su cara en el cuello del joven y sus manos en su espalda.. el trato de reconfortar a lady Joanna con palabras de ánimo. Trató de convencerla de que todo estaba bien, pero ella sólo quería sentir su piel. La princesa acerco su nariz al cuello del joven y él se calló al ser acariciado... al tenerlo en su regazo, lo miraba y pensó –(tal vez no es tan joven como valore en primer momento), el muchacho simplemente puso sus manos en la cintura de la princesa y esperó. Ella beso su cuello con toda la intensidad que podía poner en la boca sintiendo la explosión de conseguir lo anhelado. Después de unos cuantos segundos no puede resistirse más y hunde sus prominentes colmillos, extrayendo su sangre, saciándose de su vida, bebiendo su juventud. Cuando lo soltó el miró a la joven princesa con la vista perdida, con cara de delirio. La miró y volvió a cerrar los ojos ofreciéndole de nuevo su cuello, su cuello herido, ensangrentado. En esos momentos, para Joanna solo existían su cuello, su vida, su alimento.... su sangre... su sed. Eso era lo que necesitaba. Desde ese momento mil noches y ni un día más transcurrirían por su vida, todo por las ansias de beber. Lady Joanna inclino si cabeza de nuevo, lo apretó con fuerza y volvió a beber hasta que no sintió sus latidos en sus labios, hasta que no sentí rigidez en su cuello y hasta que de sus brazos calló tumbado al suelo. Le soltó,, dio un paso atrás, y esquivándolo salió de aquel lugar.... alejándose automáticamente comenzó a recordar todas esas imágenes que habían quedado olvidadas en su memoria con el paso de los años. Todo era claro ahora, sabía que el sufrimiento había quedado atrás. Al cabo de unos minutos que parecen perpetuos recuerda a Lady Akatzely, en ese momento se dirige de a su morada a visitarla. Sin saber cómo, ella conocía la ubicación exacta de su hogar a pesar de nunca haber estado en ella. Emprendió su camino y desapareció fundiéndose en la espesa noche, se alejó buscando la libertad, gozosa dejando por detrás el cuerpo sin vida de aquel joven, en busca de los misterios de la inmortalidad.
Socios:
Kathy Manson: Una vanidosa empresaria Ventrue. Dueña de una mundialmente famosa cadena de restaurantes de comida rápida con sede en los Estados Unidos de América. Kathy, siendo una dama hábil en los negocios, pronto llamo la atención de la princesa la cual se daría cuenta que ambas podrían transformar la que se adquiriera en un principio como una red local de restaurantes, en una prestigiosa compañía. Su principal contribución consistía en la simplificación de la psicología en los diseños gráficos de la compañía, logrando que el usuario medio pudiera comprenderlo y de esta forma hacerlo atractivo para ellos.
Valentine: Uno de los más poderosos y ricos o quizá el más poderoso y rico de los Ventrue de Nueva York y uno de los vástagos más famosos. Su extenso dominio abarca casi todo el Midtown y varios de los negocios y entidades financieras de la zona incluyendo el CITYCORP. Juntos realizaron la adquisición de varias empresas y hoy en día nadie pude negar que los logros de ambos redundan en beneficio del clan.
Phil Emerson: Otro adinerado constructor Ventrue. Director de la empresa de construcciones D&E Constructions.de la cual la princesa pose el 51% del total de las acciones. Ha servido como consultor experto en toda clase de proyectos y gracias a la cantidad de ingresos astronómicos de su socia mayoritaria, dicha firma ha participado en el desarrollo de los proyectos más ambiciosos de la ciudad y el país.
Stephan Workman: Un prodigioso de la informática el cual logró dejar huella debido a su gran habilidad en los negocios, así como con los destornilladores. En un lapso de no más de 5 años se liberó del día a día de su empresa y se lanzó hacia otras compañías. En poco tiempo dominaba desde el hardware al software. Cuando se creyó capaz de sobrevivir solo a las disputas dentro del clan, hizo públicos sus logros en una reunión Ventrue en Londres. Debido a la eficacia de sus programas de seguridad y sistemas operativos, la princesa decide firmar un contrato multimillonario con él, para que provea de software y hardware a todas sus compañías.